La residencia por arraigo es un mecanismo excepcional que permite a ciertos extranjeros regularizar su situación en España bajo circunstancias específicas. Este proceso es accesible para aquellos que han permanecido en el país durante un tiempo significativo, pero que aún carecen de un estatus migratorio formal.
A continuación se describen las principales modalidades de arraigo que permiten a los extranjeros obtener la residencia en España.
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Tipos de residencia por arraigo
1- Arraigo familiar
Una de las maneras más comunes de regularización es el arraigo familiar, el cual está diseñado para aquellos padres de un menor que es nacional español. Este tipo de arraigo permite a los progenitores regularizar su situación de manera relativamente sencilla, dado que la legislación española promueve el derecho de los ciudadanos a vivir en familia.
Pero el arraigo familiar no se limita solo a los padres; también pueden solicitarlo cónyuges, parejas de hecho, y otros familiares directos que dependan económicamente del ciudadano español. A diferencia de otros tipos de arraigo, no es necesario demostrar un tiempo específico de residencia en España, lo que lo convierte en una opción especialmente accesible.
2- Arraigo social
Otro tipo integral es el arraigo social, que está destinado a aquellos extranjeros que han residido en España de forma continua durante un mínimo de tres años y que cuentan con un contrato laboral.
Este arraigo busca probar que el solicitante está bien integrado en la sociedad española, ya sea a través de vínculos familiares, laborales o su participación activa en la comunidad. La posibilidad de obtener la residencia bajo esta categoría proporciona un incentivo considerable para que los extranjeros se integren adecuadamente y contribuyan a la sociedad española.
3- Arraigo para la formación
El arraigo para la formación se enfoca en individuos que han estado en el país durante al menos dos años y que se comprometen a realizar una formación específica, como la obtención de un certificado de profesionalidad o cursos de capacitación.
A los solicitantes se les otorga un permiso de residencia, bajo la condición de que se matriculen en el programa de formación en un plazo no mayor a tres meses. Sin embargo, es crucial destacar que, al finalizar los estudios, el solicitante necesita encontrar empleo para continuar residiendo legalmente en España.
4- Arraigo laboral
Por último, el arraigo laboral se destina a aquellos que han vivido en España durante un periodo no menor a dos años y que han trabajado, de forma continua, en el mismo empleo durante al menos seis meses. Para aquellos que buscan esta modalidad, es fundamental haber mantenido su residencia sin ausentarse del país más de noventa días consecutivos.
En resumen, el arraigo presenta una oportunidad valiosa para que muchos extranjeros regularicen su situación en España, contribuyendo a la diversidad y riqueza cultural del país. Las diferentes modalidades de arraigo ofrecen vías específicas adaptadas a las diversas realidades y circunstancias de los solicitantes, promoviendo así la inclusión y la cohesión social.